LA PALABRA DE BERNARDO

Te da la mano y todo queda cerrado. No necesita firmas, ni testigos, ni excusas, ni tan siquiera aclaraciones. Él da su palabra con un apretón de manos y no hay más que decir. Lo pactado es ley. Así actúa y ha actuado durante toda su vida el bueno de Bernardo, el pastor.
Desde los catorce años, Bernardo cuenta sus días por largos paseos por el monte acompañando rebaños que no son suyos. Nunca ha estudiado, aprendió a leer y escribir de muy mayor, cuando su novia le obligó a hacerlo. Pero su sabiduría radica en su sencillez y humanidad. Su vida ha sido siempre cuidar ovejas y en los ratos libres trabajar en la pequeña parcela de tierra de sus padres.

No necesita mucho para vivir. Tiene como máximo cuatro camisas, tres pantalones, incluidos los que utiliza para las grandes ocasiones y tres pares de zapatos. Su casa la heredó de sus padres y cuando puede hace pequeños arreglos. Es confortable
Su situación financiera es bastante estable y ha sacado adelante a tres hijos. Muchos empleados de banca se le acercan a menudo para ofrecerles sus servicios, pero él ha sido siempre fiel al mismo. Sus amigos me aseguran que nunca firma nada. ¿Para qué?, dice él. “La palabra de uno ha de decirse siempre con el corazón y con la cabeza. Darla es comprometer el prestigio de uno mismo, y eso es algo por lo que se ha de luchar durante toda la vida”. Luego en tono gracioso dice que “cualquier animal puede hacer un garabato con un rotulador, pero sólo los hombres podemos dar y comprometer nuestra palabra”.
Un día en el bar, se me ocurrió decirle que la firma es sólo la prueba de que se ha dado la palabra. Me dijo muy serio, tras comprobar que era más joven que él, “Si das tu palabra, te comprometes. Si la das y no cumples no eres un hombre de fiar. El prestigio de cada uno es algo que parece que hoy no se le da importancia, pero es la base de la confianza, que es uno de losw pilares en los que se basa toda convivencia”.

3 comentarios en “LA PALABRA DE BERNARDO

  1. perdon, meti mal el dedo. decia que basta uno que no la cumpla para que millones lo paguen. Asi esta el mundo en vez de no cansarnos para mejorar, agarramos la via mas facil, que es no trabajar. muy bueno la entrada. me gusto mucho

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