EL CUMPLEAÑOS DE LA ABUELA

Hoy todo parece más reluciente. Una larga mesa se ha montado para que casi veinte comensales degusten alegres los manjares especiales. La vajilla de las grandes ocasiones parece mucho más hermosa, las servilletas han sido especialmente dobladas y los cubiertos de plata brillan más que nunca.
Las tres hermanas y la cuñada de la familia han cocinado y trabajado con ilusión, mientras que sus maridos han entretenido a todos los primos y han hecho las últimas compras y regalos.
Por una vez en la vida, la abuela no ha hecho nada. Ella es la gran protagonista. Hoy cumple ochenta  años y curiosamente es la que demuestra más tranquilidad. Al acabarse su desayuno, su hijo mayor la ha acompañado a la peluquería para que esté especialmente guapa. Mientras en la vivienda familiar se ha removido todo.
Cuando la abuela ha regresado, se ha encontrado a todos sus nietos que le han dado besos y le han entregado dibujos y regalos. La más pequeña de la familia ha sido la encargada de entregarle un bonito ramo de flores y el mayor de los nietos le ha presentado a la que es su primera novia.

Durante el almuerzo todo ha sido felicidad. Hermanos y cuñados han charlado abiertamente sobre la vida de la abuela y no pocas veces han reído abiertamente. Padres y madres han mirado de reojo a los hijos a ver si han terminado sus platos y no se han manchado mucho los vestidos de gala que hoy llevan todos.
La abuela, como siempre ha escuchado más que hablado. Sabe que el paso del tiempo te da opción a gestionar distintos papeles sociales y el que quiere ella ahora es dejar el protagonismo a sus descendientes. En su interior, siente con mucho pesar la ausencia de su marido. Aquel hombre al que quiso y con el que compartió muchos sacrificios y esfuerzos para sacar la familia adelante y que murió demasiado pronto.
Sin decir palabra alguna, mira a todos los comensales y se siente inmensamente feliz. Ha cumplido ocho décadas, y más de la mitad de ellas las ha dedicado a cuidar y educar a sus hijos y nietos. Esa ha sido su gran labor. La que más alegrías y preocupaciones le ha dado y la que más motivos ha tenido para seguir viviendo y disfrutar de la vida.